Un tumulto de palabras sobre ti. Cuatro traducciones de «Francesca» de Ezra Pound.

Gerardo Velázquez
9 min readJul 29, 2021

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Desde que conocí a Ezra Pound hace unos cinco años, ha sido uno de mis poetas favoritos. Admito que a veces lo idolatré, otras lo repudié y nos hemos dado de topes en varias ocasiones. Sin embargo, hace tiempo que he hecho las paces con él y decidí que, ya muerto, nada ni nadie podría cambiar lo que hizo ni lo que fue. Nunca me ha pasado, pero si alguien viniera a restregarme que fue antisemita y el abusador de Hilda Doolittle, no tendría más opción que encogerme de hombros. Lo sé de sobra y vuelvo a él cuando sé que puede hacer algo por mí.

Y hoy puede, de hecho. El poema que quiero comentar hoy es uno que con frecuencia pasé por alto en mis lecturas. Lo redescubrí un día que dejé reproducirse la lista entera de Orden de Traslado, un pódcast de Ezequiel Zaidenwerg. Mientras cocinaba, escuché a un hombre decir «Surgiste de la noche y había flores en tus manos…». Gracias a esa lectura en voz de Esteban Lamothe, volví a asomarme a Pound y comencé a darle vueltas a las traducciones que tenía a la mano.

El poema original dice así:

You came in out of the night
And there were flowers in your hands,
Now you will come out of a confusion of people,
Out of a turmoil of speech about you.

I who have seen you amid the primal things
Was angry when they spoke your name
In ordinary places.
I would that the cool waves might flow over my mind,
And that the world should dry as a dead leaf,
Or as a dandelion seed-pod and be swept away,
So that I might find you again,
Alone.

Como uno debe esperar de cualquier texto, de inmediato se presentan los problemas con las palabras más sencillas:

You came in out of the night
And there were flowers in your hands

En la traducción de Jesús Munárriz y Jenaro Talens (Hiperión), asoma algo que hace sospechar que alguien se sintió más poeta que traductor: «Surgiste de lo hondo de la noche», dicen en el primer verso. Probablemente es justo lo que alguien diría, acaso lo que se esperaría encontrar en un poema. Lo hondo de la noche, esa oscuridad profunda, lo incógnito. No obstante, ¿escribiría Pound algo así? ¿Ese Ezra Pound testarudo que tanto publicitó la brevedad y la concisión para el lenguaje poético del nuevo siglo, de la modernidad? No sé, pero ciertamente parece una adición que, si bien podría esperarse, también podría estar de más. Por sí mismo, «surgir» carga ese significado: brotar, como el agua, desde una hondura.

Zaidenwerg es el único que se ahorra palabras. Juan Arabia traduce «Saliste de la noche», que no me parece la mejor opción, sino un comodín, una palabra general, falta de precisión. Ernesto Cardenal y José Coronel traducen «Tú saliste» y me parece que sobra decir que están aquí porque se necesitaba una traducción pobre para abarcar el espectro completo.

El siguiente verso no tiene problema. Lo que viene son estas dos líneas:

Now you will come out of a confusion of people,
Out of a turmoil of speech about you

Arabia traduce «Ahora saldrás de la confusión de la gente,/ De un tumulto de palabras sobre ti». No parece haber problemas, aunque esos artículos determinados llevan la lectura a otro lado, además de que no están en el original. Por otro lado, quizás «palabras» sea mi opción favorita para speech. Más adelante, de manera no tan directa, mis razones.

Cardenal y Coronel se extienden con estos versos: «Ahora saldrás de entre un barullo de gente,/ de entre un tumulto de conversaciones sobre ti». Mis únicos peros con esto son la repetición de «de entre» y la longitud de «conversaciones» frente a speech. El primero, al producir una cacofonía ausente en el original, es un atentado contra la sonoridad del poema. Pound prescinde, porque puede y no hay problema, del verbo come en la segunda línea. Lo lógico es, entonces, que uno también se deshaga de la preposición que menos carga semántica tiene, o sea, «entre». El segundo podría parecer poco menos que algo visual, sin embargo, visto con detenimiento, en realidad es una cuestión de terminología. Entre el barullo, ¿puede speech ser una conversación propiamente dicha?

Zaidenwerg realiza un trabajo más cuidadoso al darse cuenta de que una «confusión de gente» (quizás un poco literal, aunque efectivo) no puede conversar, sino apenas charlar, aunque lo más probable es que ni siquiera a eso llegue. Se perfila algo menos coherente que una conversación y algo que no sea casual como una charla. Por fortuna, al igual que Munárriz y Talens, traduce turmoil como «tumulto», y esto resuelve el dilema de speech.

I who have seen you amid the primal things
Was angry when they spoke your name
In ordinary places.

«Yo que te he visto» entre o en medio de, da igual. Munárriz y Talens y Zaidenwerg apuestan por las cosas «primordiales». Yo les creo. Además, ¿cuánta dicha siente uno al poder empatar la traducción con etimología? Primal y «primordial» lo permiten. Arabia se va por «esenciales», que no tiene nada de falta. Coronel y Cardenal decidieron ir con «prístinas», que además de valer igual que «esenciales», pareciera guiar hacia algo puro y limpio, un toque extra.

Munárriz y Talens, o acaso su editor, pierden el concurso aquí por la intromisión de una coma que ni siquiera estaba en el original: «Yo que te he visto entre las cosas primordiales,/ me enfadé cuando pronunciaron tu nombre». Aquí sólo se puede sin coma o con dos, no hay medio. Nadie más comete el error.

Zaidenwerg, además, opta por cambiar el sujeto de Was angry when they spoke your name/ In ordinary places: «me enfurecí cuando escuché tu nombre/ en sitios ordinarios». La decisión es interesante porque es cierto que no podría justificarse ese enojo sino al escucharlo. Una pequeña libertad que resulta acertada.

Sobre was angry, en realidad no veo fallo más que en la versión de Coronel y Cardenal, que traducen «me encolericé», verbo mucho menos usado que «enfadarse» o «enfurecerse», sobre todo para algo tan coloquial como to get angry. También optan por acompañar con un copretérito: «cuando decían tu nombre/ en sitios ordinarios». El sistema verbal inglés permite esto, aunque, para mi gusto, debería conjugarse «encolerizar» y «decir» en el mismo tiempo.

Aquí vienen los versos que más difíciles me parecen de traducir en todo el poema:

I would that the cool waves might flow over my mind,

Entre «quisiera» o «desearía» para I would, y «frías» o «frescas» para cool waves, no me parece que haya opciones incorrectas. Yo prefiero «quisiera que las frescas olas», pero de cualquier modo lo veo como una decisión personal.

Arabia y Zaidenwerg decidieron no desviarse de flow, «fluyeran», a diferencia de Coronel y Cardenal, y Munárriz y Talens que tradujeron «cubrieran» e «inundaran», respectivamente. En todo caso, me parece más atinado que las olas inunden la mente. Estas dos opciones también eliminan un problema: cómo traducir over. Arabia se va por lo literal y traduce «sobre», mientras que Zaidenwerg recurre a «por». A pesar de los ligeros matices, ambas mantienen la imagen que se requiere.

And that the world should dry as a dead leaf,
Or as a dandelion seed-pod and be swept away,

Coronel y Cardenal dejan muchísimo que desear al traducir «y que el mundo se secara como una hoja seca, /o como semillas de diente-de-león fuese aventado». El choque entre «secara» y «seca» me parece irreconciliable y propio de una traducción descuidada. Por otro lado, el uso de los guiones para «diente-de-león» es un error ortotipográfico terrible propiciado por un calco del francés dent-de-lion (ojalá pudiésemos preguntarles en qué lengua leyeron a Ezra Pound). Lo único que puede rescatarse aquí es que entienden, aunque no ejecutan correctamente, el verbo sweep away en el contexto de la hierba. Be swept away se transforma en «fuese aventado»; la imagen de ser llevado por el viento está presente, pero la voz pasiva la ensucia un poco y, en realidad, la estructura de la oración original en inglés se pierde: en un error de lectura, los traductores no entendieron que la voz poética deseaba que el mundo se secara como una hoja o como un diente de león y, después, fuera barrido para quedar vacío.

Arabia tampoco logra ver la relación sintáctica de estos versos. Su traducción «Y que el mundo se secase como una hoja muerta,/ O ser barrido como el capullo de semilla de un diente de león» parece asignar be swept away a la voz poética en vez de al mundo, además de que pierde la coherencia de la conjugación: «Y que el mundo se secase […]o fuese barrido…».

Hasta aquí, además, estas dos versiones arrastraron una coma típica del inglés que en español supone un error.

Zaidenwerg sí comprende la oración y traduce «y el mundo se secara como una hoja mustia/ o como un diente de león para así ser barrido». En mi opinión, el uso de «para así» hace notorio que no sólo sabe traducir poesía, sino que sabe traducir en general, pues busca agregar esas partículas casi explicativas que el inglés tanto ignora y el español tanto aprecia. Además, esto ayuda a diluir la fuerza de la voz pasiva y la vuelve más natural para la lectura.

Por su parte, Munárriz y Talens también aciertan: «y que el mundo se marchitase como una hoja muerta/ o como la vaina de un diente-de-león, y fuera barrido». De nuevo, aparece el problema con los guiones, que, a juzgar por la recurrencia, quizás fueron una especie de convención ortotipográfica en algún momento y en algún lugar que no he podido determinar.

So that I might find you again,

Arabia y Coronel y Cardenal traducen como si fueran los tres una sola mente: «para que pueda encontrarte de nuevo». El gran infortunio es que olvidan que todo es parte de un anhelo y might exige que el verbo no sólo proyecte lo hipotético, sino que también despliegue la incertidumbre.

Zaidenwerg y Munárriz y Talens sí encuentran una solución. El primero es un poco más extenso, pero recurre muy bien al imperfecto de subjuntivo: «de modo que pudiera encontrarte de nuevo». Los otros dos simplifican la oración con un infinitivo «para poder volverte a encontrar». Si acaso tengo algún reproche con esta última versión es que prefiero el enclítico colgado al verbo que corresponde semánticamente y, en todo caso, deshacerme de ese triple infinitivo: «para poder encontrarte de nuevo».

Última línea. El cierre, el golpe final. Contundente, resuena por siglos en la garganta de quien lee: alone. Todos menos Zaidenwerg tradujeron «sola», que es lo mismo que decir que todos menos él se equivocaron. Su gran acierto es que fue capaz de darse cuenta de que alone puede referirse a dos cosas: a ella (¿Francesca?) o a la situación. Zaidenwerg reconoce que, una vez que las olas bañaran la mente y el mundo fuera barrido, no quedaría una persona sola, sino dos.

A solas.

Aquí dejo todas las traducciones que comenté, aunque son fáciles de encontrar en línea con el nombre de los traductores. Hay otras más de personas que no conozco y que preferí no usar. Algunas, en particular la de Jerónimo Pimentel, las omití porque me parecían malas, o cuando mucho, planas. Me encantaría encontrar más, sobre todo una que ni siquiera sé si exista de Pura López Colomé, una de las más grandes traductoras de poesía moderna en inglés. Por ahora, es lo que hay.

Ezequiel Zaidenwerg

Surgiste de la noche
y había flores en tus manos,
ahora surgirás de entre una confusión de gente,
de un tumulto de charla sobre vos.

Yo que te he visto entre las cosas primordiales
me enfurecí cuando escuché tu nombre
en sitios ordinarios.
Quisiera que las frescas olas fluyeran por mi mente,
y el mundo se secara como una hoja mustia
o como un diente de león para así ser barrido,
de modo que pudiera encontrarte de nuevo,
a solas.

Jesús Munárriz y Jenaro Talens

Surgiste de lo hondo de la noche
y había flores en tus manos
ahora surgirás de una confusa muchedumbre,
de un tumulto de charlas sobre ti.

Yo que te he visto entre las cosas primordiales,
me enfadé cuando pronunciaron tu nombre
en sitios ordinarios.
Desearía que las frías olas inundaran mi mente
y que el mundo se marchitase como una hoja muerta
o como la vaina de un diente-de-león, y fuera barrido,
para poder volverte a encontrar,
sola.

Juan Arabia

Saliste de la noche
Y había flores en tus manos,
Ahora saldrás de la confusión de la gente,
De un tumulto de palabras sobre ti.

Yo que te he visto en medio de las cosas esenciales
Me enfurecí cuando pronunciaron tu nombre
En lugares ordinarios.
Quisiera que las frías olas fluyeran sobre mi mente,
Y que el mundo se secase como una hoja muerta,
O ser barrido como el capullo de semilla de un diente de león,
Para que pueda encontrarte de nuevo,
Sola.

Ernesto Cardenal y José Coronel

Tú saliste de la noche
y había flores en tus manos.
Ahora saldrás de entre un barullo de gente,
de entre un tumulto de conversaciones sobre ti.

Yo que te había visto entre las cosas prístinas
me encolericé cuando decían tu nombre
en sitios ordinarios.
Quisiera que las olas frescas cubrieran mi mente,
y que el mundo se secara como una hoja seca,
o como semillas de diente-de-león fuese aventado,
para que pueda encontrarte de nuevo,
sola.

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Gerardo Velázquez

Un poco sobre mí es demasiado. Traduzco, escribo (ojalá) y algunas otras peripecias.